Panamá impulsa industria de semiconductores
- Cedeño & Méndez
- 4 ago
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El Gobierno Nacional ha anunciado una inversión de 105 millones de dólares para ejecutar, en los próximos cinco años, la Estrategia Nacional de Semiconductores, una iniciativa liderada por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) y el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI). Esta estrategia busca establecer capacidades locales en ensamblaje, prueba, empaquetado y diseño de dispositivos, con el acompañamiento del sector privado, universidades y aliados internacionales.
Más allá del componente técnico, el plan incluye la formación de talento especializado y la adecuación del marco legal para facilitar el establecimiento de operaciones en esta industria. El lanzamiento oficial está previsto para el segundo semestre de 2025.
Esta decisión representa oportunidades directas para el sector empresarial, a la vez tendrá interesantes efectos indirectos, entre ellos:
1. Nuevas oportunidades en la cadena productiva
La industria de semiconductores es intensiva en servicios auxiliares: requiere infraestructura, diseño de planta, suministros eléctricos de alta precisión, climatización industrial, servicios legales, telecomunicaciones, logística y mantenimiento especializado. Las empresas locales que ya operan en estos segmentos —o que estén dispuestas a adaptarse, tendrán la oportunidad como proveedores o aliados técnicos en distintas fases de implementación.
2. Desarrollo de talento
El fortalecimiento de capacidades técnicas en esta industria incluirá programas de formación, becas, certificaciones y alianzas académicas, lo que beneficiará tanto a jóvenes profesionales como a empresas que quieran actualizar o capacitar a su personal en áreas críticas como electrónica, ingeniería de procesos, análisis de datos y control de calidad.
3. Posicionamiento internacional y diversificación económica
El ingreso de Panamá a un sector de alto valor agregado como el de los semiconductores fortalece nuestro perfil como destino atractivo para la inversión internacional, especialmente en áreas de manufactura avanzada y servicios de innovación.
Con esta estrategia, Panamá busca integrarse de forma responsable a una industria global de alto contenido tecnológico, generando empleo calificado y promoviendo capacidades locales en un sector con fuerte proyección internacional. Para el empresariado, representa una oportunidad concreta para diversificar su portafolio de servicios, alinearse con estándares más exigentes y participar en iniciativas que podrían redefinir la estructura productiva nacional en los próximos años.








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